Pareciera
que los términos marketing, estrategia y publicidad son el pan de cada día de
toda empresa. Desgraciadamente no siempre es así. Existe una gran falta de
información y una baja capacitación de los mandos medios y responsables de las
decisiones de marketing dentro de muchas empresas.
No
estoy hablando de los gigantes corporativos que invierten gran parte de sus
ingresos justamente en eso; capacitación e imagen de marca, sino de las
“pequeñas” GRANDES marcas regionales (algunas con presencia nacionales) con
gran participación en el mercado, pero que han venido operando siguiendo la
premisa; “Como dios nos de a entender”.
Es
aquí donde agencias y grupos consultores regionales debemos trabajar, ya que
además de desarrollar las tareas de un despacho de marketing, debemos
enfrentarnos a tres enemigos que aún existen en algunas “grandes” ciudades de
provincia; la poca cultura acerca de la industria, el abuelo director renuente
al cambio y los medios de comunicación. Esto es lo que dificulta realmente un desarrollo
sano de la industria en provincia. Claro, desde mi muy particular punto de
vista.
Existen
empresas que tienen todo para lograr ser una marca fuerte, reconocida y líder
en el mercado, sin embargo, no tienen el recurso para contratar a una agencia
grande, pero tiene la necesidad del servicio que la misma ofrece.
Algunos
otros factores que se suman a la ecuación son derivados de problemas
estructurales, como son; falta de capacitación a mandos medios, financiamiento
poco accesible para ID, falta de integración de cadenas productivas, producción
deficiente en algunos rubros, escasa o nula inversión en tecnología, operación
de empresas en lugares inadecuados y falta de visión empresarial a largo plazo.
Todos
estos factores redundan en una operación mediocre de la empresa, que claro
está, incluye a un área como lo es la comunicación o el marketing de la
empresa.
Por
otro lado, a los empresarios les cuesta trabajo aceptar que no están solos en
el mercado, ya que además de luchar contra empresas nacionales deben soportar
la guerra contra los grandes corporativos transnacionales, que para empezar
tienen costos muy inferiores a los nuestros, y por otro lado, lo hacemos con
planes de marketing mediocres e incluso inexistentes.
Existen
empresas que al parecer tienen todo, una infraestructura moderna, un capital
estable, una plantilla de trabajadores competentes, un producto ideal y grandes
ventas, pero lo que también tiene esta empresa es un propietario (y director
por favor) que toda su vida ha seguido una línea de trabajo que le ha
resultado; Él construyó su empresa solo, viene desde abajo, la vio crecer, él
“sabe como hacer las cosas” .
Existen
otras empresas en donde las segundas o terceras generaciones son los
responsables de administrar las “empresas familiares”, y podemos preguntar ¿y
qué con esto? Bueno, que las segundas y terceras generaciones por lo regular
tuvieron la oportunidad de tener una educación más formal, y mucho cuidado
aquí, no estoy diciendo que el abuelo o el padre de éstas segundas y terceras
generaciones sea un ignorante o algo por el estilo, si no que es más fácil
estar al día en cuanto a conocimientos, herramientas y tecnología si se está
cerca de un grupo con educación formal, como una universidad, por ejemplo.
El
último factor; Tenemos una oferta muy amplia de medios de comunicación locales,
mismos que son capaces de venderle su alma al diablo con tal de lograr colocar
espacios y tiempo aire. Tenemos a nuestra disposición una serie de
radiodifusoras, televisoras, periódicos, compañías de publicidad exterior que
se encargan de destrozar la imagen de nuestras empresas. ¿Cuál es el resultado?
Un anuncio en televisión totalmente diferente al de radio, una campaña gráfica
en prensa y shopers que no respeta tipografías, colores, ni formatos
institucionales de la marca y lo que es peor de todo; un desprestigio y
desvaloración total de lo que es la industria publicitaria y el marketing. El
argumento del anunciante es: “yo para qué quiero una agencia de publicidad si
los medios de comunicación lo
hacen todo”. Sí, es verdad, el anunciante está dejando en las manos del
vendedor del medio lo más valioso que posee; su marca.
Y
es lógico, al no existir oferta regional de calidad, alguien tiene que hacerlo
¿no creen? Y al no existir cultura en los anunciantes, pues que lo haga
cualquiera.
Pero
no todo está perdido, comienza a sentirse un cambio, se ve una bola de nieve
formada, por un lado, por estos nuevos empresarios jóvenes a los cuales ya no
es necesario explicarles que hace una agencia de publicidad y por otro, por una
nueva camada de mercadólogos decididos a hacer que esto cambie.
Artículo
Publicado
Edición
Noviembre 2007
Merca2.0
http://www.merca20.com/
México
1 comentarios:
Excelente!! ¿en que parte de México estás?
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