¿Así
que ya no sirve tu teléfono? Te aseguro que sí. Sin embargo quieres
otro, el más nuevo, el más caro, el de “moda”… el que te haga sentir
mejor. Y así es como nos manejamos en una sociedad de consumo y vacío en
la que vivimos; el auto nuevo, la ropa nueva, la pantalla nueva… ¿el
otro? Ya no me sirve.
No me considero un aficionado al fútbol, no me juzguen, cada quien sus “patologías” sociales,
¿no? El punto es que con todo este asunto de la selección mexicana y su
desempeño, me surge una reflexión. Recuerdo hace tiempo que la gente se
llenaba la boca del “Chicharito”, de la sub 17 y de los semidioses de
la selección olímpica… “somos unos chingones”, “seremos campeones del
mundo” y no se que tanta dialéctica popular se escuchaba por allí. ¿Si
verdad, te funcionaban? Pero resulta que por azares del destino,
cualquiera que estos sean, la selección nacional pasa por un mal
momento… ¿qué haces? Te quejas, lloras, insultas, descalificas, agredes,
te burlas y te sientes el más miserable y traicionado de los mexicanos,
NO TE SIRVEN MÁS. Los usaste a tu beneplácito emocional y de pertenecía
durante un tiempo, NO FUNCIONAN, que se mueran los malditos. Sigo sin
entender.
Exactamente no se en que momento pensante que éramos
una potencia mundial para ese deporte, no ocurre, no pasa nada… o al
menos así lo veo. Me pregunto si alguna vez te has embriagado con tus
amigos porque ganamos (en una justa internacional) algún concurso de
tecnología, literatura, cine o algún otro deporte, es más… me pregunto
si te has enterado de estos logros que tenemos como mexicanos, por
ejemplo; recientemente derrotamos a la mejor universidad del mundo,
Harvard, en un concurso de biología sintética, o ganamos hace unos meses
en Cannes el premio al mejor director del mundo, solo por mencionar
algo. Hagamos una carne asada ¿no?
Interesante es ver como
“tiramos” lo que no nos sirve; el auto, la pantalla, la esposa, el
amigo, el perro… La Selección Nacional. Si no llenan mis expectativas,
no sirven. Suena lógico… sin embargo dejamos de lado cosas más
importantes como la lealtad y el respeto, al final ¿qué maldito respeto
le puedes tener a un teléfono?… y sin pensar en el daño que haces en
remplazar un aparato al que le quedan más de 2 años de vida útil, lo
desechas.
Por lo menos y a manera de gratitud por los “buenos”
momentos que te ha dado ese espectáculo, dejemos de ser patéticos, no
traicionemos… algún día ganaran nuevamente y podrás tener pretexto para
embriagarte y salir a la calle lleno de orgullo de ser mexicano ondeando
la bandera nacional mientras suenas la corneta de tu flamante auto
promedio nuevo.
Buenos Días. JJGR
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